El Jardín del Obispo se sitúa detrás de la Catedral de Palma, ofreciendo así una vista privilegiada (y refrescante) de las cubiertas de la misma y de la fachada trasera del Palacio Episcopal. La entrada a estos jardines se realiza por una imponente puerta de estilo manierista.
Una vez dentro, nos encontramos con una distribución típica de los jardines que daban color y aroma a los ‘Casals’ o casas señoriales de Palma, con setos podados geométricamente, un huerto y un estanque o ‘safareig’ con nenúfares en flor durante la primavera y el verano.