
Esta exposición, ubicada en la Llotja de Palma, reúne un conjunto de esculturas en bronce que sintetizan la exploración formal y simbólica del artista en el ámbito tridimensional. Las obras destacan por sus pátinas oscuras, la contundencia de sus volúmenes y un carácter que remite a la transformación constante. Piezas como Oiseau lunaire, Oiseau solaire, Maternité o Conque representan la tensión entre lo ancestral y lo contemporáneo, lo natural y lo fantástico, y evidencian el diálogo permanente de Miró con la escultura moderna, en particular con artistas como Arp, Giacometti o Picasso. La instalación en el espacio gótico de la Llotja potencia la conexión entre las formas escultóricas y el entorno paisajístico, acentuando el carácter cósmico, poético y vital de su universo creativo.