La iglesia de Montesión es otro bello ejemplo de mestizaje cultural e histórico: la que fue primera sede de la compañía de Jesús en Mallorca se levantó sobre la antigua sinagoga mayor judía. La fachada o portal de la iglesia es sin duda su elemento más relevante, adornada con un complejo sistema de montantes que alternan pilastra y columnas salomónicas decoradas con motivos florales.

La iglesia tenía una antigua salida en la angosta calle del Vent (‘Viento’), cuya corriente continua hace honor a su nombre. Cuenta la leyenda que el diablo quería quedarse con las almas de parte de los feligreses de esta iglesia. Y así se lo pidió a Jesucristo, que le propuso quedarse precisamente con el de aquellas personas que salieran por esa puerta lateral. Se cerró el trato y el demonio se quedó esperando en el Carrer del Vent. Pero Jesús tapió esa entrada para que nadie saliese. El demonio, enfadado por el engaño se marchó rabioso, soplando con la fuerza de un vendaval y prometió que el viento nunca dejaría de soplar en ese callejón. Y así hasta hoy…