Fuego, dragones, gigantes y ‘xeremiers’ toman las calles en honor al patrón de Palma

Hay una fecha subrayada en rojo en el calendario de Palma: el 20 de enero, festividad de Sant Sebastià, patrón de Palma. De hecho, no solo ese día, sino los previos y posteriores, Palma se viste de fiesta y se genera un ambiente único que, de verdad, tienes que vivir al menos una vez en la vida.

La noche más especial es sin duda la del 19 de enero, coincidiendo con la verbena o ‘revetlla’ de Sant Sebastià. Esa noche los vecinos salen a la calle y encienden en las diferentes plazas ‘foguerons’ (hogueras) que sirven para organizar barbacoas populares (aquí les llamamos ‘torradoras’, que nos sirven para ‘torrar’ la carne). Pero por mucho que te lo expliquemos, perdona que insistamos, tienes que verlo y vivirlo. ¡Es espectacular!

Al abrigo del fuego, la fiesta: conciertos, ‘gigantes’ y también ‘xeremiers’, que son los músicos que tocan la ‘xeremía’, un instrumento de aire típico de las islas Baleares y que sería primo hermano de la gaita.

¡Cuidado con el dragón!
Si tienes la suerte de estar en Palma la noche del 19 de enero, también conocerás a nuestro dragón: el Drac de na Coca. Un dragón con forma de cocodrilo, pues en el siglo XVII uno de estos animales atemorizó a los palmenses al andar suelto por las calles. Lo mató el capitán Bartomeu Coch. Y de hecho su familia cedió el cuerpo del cocodrilo al Museu d'Art Sacre de Mallorca, donde lo podéis ver embalsamado.

El fuego, elemento clave de las fiestas de Sant Sebastià, también está presente en el tradicional ‘Correfoc’.

Los niños se lo pasan en grande

Las fiestas de Sant Sebastià son para todos los públicos. También para los niños, por supuesto. De hecho, cada año se organiza el ‘Sant Sebastià Petit’, que incluye talleres, magia, circo, música… Los más pequeños son sin duda los protagonistas de las actividades que tienen lugar en el parque de Sa Riera.